miércoles, 18 de marzo de 2020

Semyon Khanin / Dos poemas

estás recostado en el sofá sin moverte
en un estado de imponderabilidad completa
en tu escafandra de piel sensible
y por dentro todo se empaña por tu respiración
cerrás los ojos y escuchás como cantan
detrás del río, detrás del barranco, detrás del bosque
los resortes oxidados del sofá
y esperás solo una cosa: que, con la inhalación
corta y profunda, entre en los pulmones
la fuerza casi olvidada del peso

Galina Galina (1870 – 1942)

BALCÓN


Soñé con un viejo jardín. Destruido,lo rodeaba la delicada sombra de los árboles,las antiguas columnas apenas se sostenían.Vos y yo, juntos en el silencio primaveral,avergonzados por esta cercanía involuntaria ...¡Cómo nos cantaba el ruiseñor,cómo brillaban las estrellas!¡Me sentía demasiado feliz y a la vez tan triste!Yo sabía, sabía que todo era un sueñoy que en realidad somos dos extraños,las estrellas no brillarán para nosotrosy no nos cobijará el balcón destruido.

IRINA ASTÁJOVA (Moscú, 1987)

Todo terminó: me acuesto en la cama.
¡Es bueno que hayas venido! Y sí,
es lo que me enseñó mi madre:
«Mejor tarde, que nunca».
Así que sacate el abrigo sin miedo,
o si querés, acostate con el abrigo puesto:
«Los que llegan tarde, ya no me interesan»,
es lo que me enseñó la vida.

Vera Ahrens ( 1883 – 1962), poeta y traductora rusa.

Sin mí se derriten los témpanosdel lago,sin mí florecerá el cerezoen el parque,sin mí un rayoatravesará la nube,se pondrán blancas las anémonasbajo los árboles,sin mí empezará la primaveraen mi patria,sin mí germinarála hierba adormecidae hinchados de jugose abrirán los brotes.Hace un año me fui de casa,una mañana de otoño.Sin mí trinaránlos pequeños pájaros,los tilos melosos

POLINA BARSKOVA - 1976

El mensaje de Ariel

Tu padre yace bajo el peso del mar,
es un coral, la dimensión de las olas.
Tu padre gira avivado por el viento marino,
su piel es una corteza
con una hormiga en pánico.
Las claras de sus ojos se volvieron dos perlas orgullosas.
Y las yemas de sus ojos, dos perlas inservibles.
Su calavera - es un coro.
Todo en él suena, tiembla.
Nada en él se marchita
pero se transforma
en algo extraño, espeso, prometedor.
En esa mezcla se sumergen las nereidas
y observan la conversión de tu padre,